Debido a las obras de ampliación a seis carriles de la A-8 entre Boroa-Larrea, se hizo necesaria la sustitución de una pasarela metálica existente por un puente de madera. Se contaba con los siguientes condicionantes:

- La pasarela debía comunicar las explanadas de aparcamiento existentes a ambos lados de la autopista
- El arco de la estructura debía apoyarse en los taludes, librando el gálibo para el paso de vehículos.
- La pasarela no debía superar el 8% de pendiente.

Desde la propiedad (INTERBIAK) se manifestó su preferencia porque la pasarela fuese cubierta e íntegramente de madera.

La propuesta definitiva para el diseño de la pasarela se orienta, conjugando los condicionantes impuestos, hacia:

1. Un sistema estructural optimizado y eficiente
2. Un procedimiento de montaje lo más sencillo posible, que minimice los cortes de tráfico necesarios.
3. Una garantía de máxima durabilidad. La protección por diseño es la forma más efectiva para proteger los elementos estructurales de madera.

El puente de madera en Boroa Larrea tiene una estructura que se sustenta, como elemento de primer orden estructural, sobre dos arcos paralelos. Estos se apoyan a ambos lados de las cunetas mediante articulaciones de acero galvanizado, que transmiten los esfuerzos a las cimentaciones.
La cubierta, además de proteger a los peatones de las inclemencias del tiempo, es con gran diferencia el elemento de protección más eficaz.

Para minimizar al máximo los cortes de la autovía, se hace necesaria la mayor prefabricación posible. Con este fin, el diseño de la pasarela permite el total montaje en taller de los distintos elementos, cuyas características y dimensiones permiten su transporte por carretera para una rápida puesta en obra.

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